Perennemente emergente,
Cual errante en estado incierto, … sin líder,
Donde la autoridad parece derivar de poderes de incredulidad, confusos y conflictivos,
Con la libertad le vienen éteres e inconsistencias haciéndole tambalear …
Nuestra percepción de una realidad cambiante está limitada por nuestra propia finitud, por nuestra capacidad limitada para diferenciar nuestra percepción de lo que se percibe.
¿Es posible presumir el significado del destino, cuando interpretamos el flujo cambiante de la realidad, particularmente al negar estar fuera de nuestra propia percepción de los acontecimientos?
Los cambios que tienen lugar en la naturaleza solo se pueden percibir como cambios u oportunidades para que comprendamos cómo existe nuestro conocimiento limitado en cualquier caso, que no puede ser completamente concluyente, ciertamente no para predecir el futuro.
Desafortunadamente, esa es una píldora difícil de tragar para muchos, que prosperan en un falso sentido de la realidad; con una mentalidad inmutable sobre sus propias percepciones y los efectos nocivos infligidos por tradiciones irracionales, por muy intensas que sean dichas convicciones.
Entre tales tradiciones irracionales se haya la Astrología. Se ha escrito tanto sobre la desacreditación de la astrología (Astromancia) [*] a lo largo de los siglos, que pueda parecer absurdo que algunos sectores aún discutan su validez hoy en día, aunque la astrología sigue en funcionamiento con un gran número de seguidores en todo el mundo. Solo en los Estados Unidos de America, el mercado de “servicios místicos” que incluye astrología y servicios, como lectura de aura y mediumnidad, ahora es una industria de $ 2.2 mil millones [*1] Los ingresos varían de un estado a otro. Por ejemplo, “un profesional de astrología en Florida puede generar un salario promedio anual de $ 38,000, mientras que un astrólogo en Michigan puede obtener $ 44,000. En Oregón, el salario de un astrólogo ronda los $ 41,000, mientras que en Nueva Jersey, los salarios pueden llegar a $ 49,000 por año ”[*2]. Según Forbes, incluso tenemos astrólogos de asistencia financiera en el mercado financiero, que siguen y dirigen las “tendencias o demandas del mercado”. [*3]
Sin embargo, es un hecho bien conocido que las presuposiciones de la Astrología equivalen simplemente a un placebo, y como cualquier sistema de creencia, se presta como instrumento rentable para un engaño sugestionable, no muy distante al modo de adquirir diezmos bajo la promesa del reino de los cielos. Algunos astrólogos irían tan lejos como pretender que la ciencia esté en la obligación de llevar la carga de demostrar que la Astrología no sea una ciencia, aun cuando la carga recaiga sobre la Astrología misma. [*4]
Sólo aquellos reacios a enfrentar su propia ignorancia están subordinados a un campo del conocimiento estancado. La evolución de la ciencia ha probado que la astrología no encaja en el ámbito de la investigación científica. La astrología pueda parecer científica, porque utilice cierta data astronómica en la disposición de cuerpos celestes, el cambio de estaciones o las mareas de los océanos, Que pueda pretender el uso de herramientas de sondeo, como la relación de los planetas en cartas astrales, aunque dándonos una generalización superficial y simplista sobre la disposición y movimiento sideral. Que se ignore hasta la existencia de planetas recientemente descubiertos, ello desmantelaría el orden de su propio sistema. Sus practicantes puedan generar expectativas sobre eventos futuros siendo un ejercicio mas bien divinatorio, en base a la determinación de arquetipos ficticios, así como un pseudo análisis para generar expectativas, en el marco de una metodología, la cual no puede validarse como prueba científica. En realidad se trata de un juego de confianza, para explotar la ingenuidad de su clientela.
De tal manera, la astrología se alinea mucho mejor con las tendencias de los negadores del cambio climático o con los anti-evolucionistas, ambos basados en literatura arcaica y supersticiosa. En tal oposición a la ciencia, se incrementa un mercado rentable que fomenta el oportunismos de noticias falsas, así como el sectarismo político y religioso, además de incrementar la enfermedad de adeptos con enfermedades mentales profundamente arraigadas.
Desde sus orígenes, la Astrología era el resultado de la acumulación de mitologías propagadas a través de culturas indoeuropeas, aproximadamente desde el tercer milenio antes de Cristo: una evolución que se extendió por la India, China, el hemisferio occidental y el Medio Oriente. La teología y rituales litúrgicos que abarcaban complejidades preceptivas y adivinatorias del mundo de la antigüedad luego convergían en la creación de cartas astrales durante la época de los babilonios. Dichas modalidades provenían de un legado cultural, siendo el mito una herramienta de gobierno de acuerdo a cómo el Oráculo y sacerdotes percibían las influencias de los astros sobre su ordenamiento social . La vida de un individuo fue así concebida por cómo la interpretación de su destino dependía de dichas influencias astrales. Se recreó una iconografía dualista de “atributos positivos y negativos, de fortalezas y debilidades”: La noción de que un individuo érase afectado mental y circunstancialmente por el destino, trazado como fuera, por la influencia de los planetas. Inevitablemente, tribal como era la mente humana de la antigüedad, el significado dado a los planetas también tergiversó una filosofía basada en el prejuicio hacia ciertos signos asociados, así como una especie de favoritismo y deferencia hacia otros signos, que era un reflejo de su propia jerarquía mitológica. Esto contribuyó a la eutanasia de los descendientes nacidos bajo un signo maligno u otras fobias como las siderofobias o kosmikofobias: temores basados en creencias culturales de orígenes ancestrales, como signos con propiedades angelicales o demoníacas, y otras tantas formas de esoterismo sobre relaciones adversas a nivel de macrocosmos o microcosmos—interpretaciones y oscurantismos que han permanecido persistentes desde la Edad Media hasta nuestros días.
Con la evolución de la ciencia, después del siglo XVII, se hizo evidente que la astrología no podía estar sujeta a las mismas reglas y hermenéutica de la investigación científica, sino que derivaba del legado de una tradición de creencias separadas de la ciencia. [* 5] Poco después, la astronomía y la astrología se consideraron disciplinas completamente sin congruencia. La astronomía, el estudio de objetos y fenómenos que se originan más allá de la atmósfera de la Tierra, se consideró una ciencia y disciplina académica ampliamente estudiada. Y el uso de la astrología de las posiciones aparentes de los objetos celestes como base para la predicción de eventos futuros, siguió siendo una forma de adivinación, sin validez científica.
Los mismos astrólogos no pueden ponerse de acuerdo sobre lo que se supone que debe ser la astrología. Al igual que con el zodiaco chino, la dominancia de la astrología popularizada por charlatanes a través de la industria del entretenimiento mediático sigue siendo una visión distorsionada de nuestro universo.
La astrología es un comercio de diversión, que burla la credulidad de su clientela. El entretenimiento del juego al azar, la prestidigitación y la magia vienen a ejercer funciones mucho mas honrosas que la astrología divinatoria. Los astrólogos se aferran obstinadamente a una obsolescencia a lo largo de los siglos, perjudicial a la conciencia del individuo y a su libertad de pensamiento: Sin ninguna contribución en el avance de las ciencias, al rendir homenaje a la superstición de todas las edades, las tradiciones astrológicas ciertamente han contribuido durante milenios a los vicios de la humanidad.
El destino no pertenece a un sistema, ya que la vida está siempre en movimiento, siempre regenerándose y transformándose. Sistematizar la vida, por lo tanto, es forzarla negándole su calidad vital. La misma pura razón no puede determinar el destino, como tampoco puede su antítesis, el puro sentimiento. La observación de todo cambio seria el requisito mas inteligente para la comprensión del destino y de la vida, mientras que el mero sentimentalismo estaría siempre a merced de la ilusión.
[*] https://en.m.wikipedia.org/wiki/Astromancy
[* 1] Rising Signs (The Verge) por Allie Jones el 4 de octubre de 2019
[* 2] https://careertrend.com/how-much-does-an-astrologist-make-13660936.html
[* 4] http://www.astrosurf.com/nitschelm/astrology_english.html
https://undsci.berkeley.edu/article/astrology_checklist
[* 5] https://en.m.wikipedia.org/wiki/Astrology_and_astronomy
CITAS:
Las estrellas nunca mienten, pero los astrólogos mienten sobre las estrellas.
HOMER, The Iliad
Estas son las extravagantes cursilerías del mundo, que cuando estamos enfermos de fortuna (a menudo los excesos de nuestro propio comportamiento) hacemos culpables de nuestros desastres al sol, la luna y las estrellas: como si fuéramos villanos por necesidad; tontos por compulsión celestial; bribones, ladrones y traicioneros por predominio esférico; borrachos, mentirosos y adúlteros por una obediencia forzada de influencia planetaria; y todo aquello en lo que somos malvados, por un impulso divino. ¡Una admirable evasión del maestro de putas, para poner su disposición de cabra bajo la carga de una estrella!
WILLIAM SHAKESPEARE, Rey Lear
La superstición es para la religión lo que la astrología es para la astronomía: la hija loca de una madre sabia.
VOLTAIRE
La astrología es como cualquier otra superstición: no tiene poder a menos que las personas le permitan dirigir sus vidas.
BILL MYERS, “The Haunting”
Los barcos que trajeron el puritanismo, el cuákerismo, el catolicismo, el judaísmo y el islam, todas las religiones del viejo mundo, [a América] también trajeron astrología y magia.
JON BUTLER, “La astrología es una antigua fascinación estadounidense”, New York Times, 22 de diciembre de 2015
La astrología es como la religión misma, en un estado muy equívoco. Hay una razón bien fundada para creer que es una verdad; pero es imposible para cualquier hombre leer los detalles con precisión. La charlatanería de la astrología radica, como la religión farisaica, en pretensiones manifiestas.
JAMES ELISHAMA SMITH, El hombre que viene
“En el mundo antiguo y medieval, la exploración de las influencias físicas entre los cuerpos celestes, y entre los cuerpos y objetos celestiales en la tierra, generalmente se llamaba ‘astrología’. Pero no debemos confundir esto con la forma actual de intolerancia socialmente aceptable que parece dar derecho a los seres humanos que creen en él a prejuzgar el carácter de los demás basándose únicamente en sus fechas de nacimiento “.
ROBERT P CREASE, Las grandes ecuaciones: avances en ciencia desde Pitágoras hasta Heisenberg
Si el ser humano fuese un poco más ignorante, la astrología florecería; y si un poco más iluminado, la religión perecería.
ROBERT GREEN INGERSOLL